El cáncer afecta a mucha gente en el mundo y existe evidencia respecto al uso del cannabis, no solo para combatir la enfermedad, sino también los molestos y desgastantes efectos secundarios causados por el cáncer y su tratamiento.
Aquí hablaremos de lo que dice la ciencia a este respecto, ¿acaso el cannabis es la cura milagrosa que estábamos esperando?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al cáncer de la siguiente manera: “Cáncer es un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo; también se habla de cáncer cuando nos referimos a “tumores malignos” o “neoplasias malignas”. Una característica definitoria del cáncer es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, un proceso que se denomina “metástasis”. Las metástasis son la principal causa de muerte por cáncer.” [3]
Dentro de las cifras proporcionadas por la OMS encontramos lo siguiente:
- El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8.8 millones de defunciones. Casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad.
- Cerca del 70 % de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
- Alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se debe a los cinco principales factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol.
- El tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona aproximadamente el 22 % de las muertes por cáncer.
- El impacto económico del cáncer es sustancial y va en aumento. Según las estimaciones, el costo total atribuible a la enfermedad en 2010 ascendió a $1.16 billones de dólares. [3]
El diagnóstico correcto del cáncer es esencial para poder prescribir un tratamiento adecuado y eficaz, porque cada tipo de cáncer requiere un protocolo específico que puede abarcar una o más modalidades, tales como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia. El primer paso importante es determinar los objetivos del tratamiento o los cuidados paliativos. El objetivo principal es curar el cáncer o prolongar en lo posible la vida del paciente, así como mejorar la calidad de vida del mismo, lo cual se puede lograr ofreciéndole cuidados paliativos y apoyo psicosocial. [3]
“Los cannabinoides inciden en el desarrollo del tumor: pueden detener el ciclo celular, promover la apoptosis (muerte celular programada), inhibir la proliferación celular, impedir la migración (metástasis) y detener la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos) en los tumores.”
Los tratamientos para el cáncer y el cáncer por sí mismo pueden causar efectos secundarios, esto ocurre cuando el tratamiento afecta tejidos u órganos sanos y su presentación depende del tipo de cáncer que se sufre, así como del tratamiento que se está utilizando.
A continuación, te presentamos una lista de algunos de ellos:
- Anemia
- Caída del pelo
- Cambios en la piel y en las uñas
- Diarrea
- Dolor
- Estreñimiento
- Falta de apetito
- Fatiga
- Náuseas y vómitos
- Problemas de los nervios (neuropatía periférica)
- Problemas de memoria o de concentración
- Problemas para dormir
- Problemas de salud sexual en hombres
- Problemas de salud sexual en mujeres
- Ansiedad. [2]
Dentro de los posibles beneficios medicinales del cannabis para personas afectadas por cáncer, se incluye el tratamiento de algunos de estos efectos secundarios como efectos antieméticos, estimulación del apetito, alivio del dolor y mejoría del sueño. Aunque hay pocas encuestas pertinentes de tendencias en la práctica médica, parece que algunos de los médicos que atienden a pacientes de cáncer en los Estados Unidos y que recomiendan el uso medicinal de cannabis, lo hacen sobre todo para tratar estos síntomas. [5]
La planta de cannabis produce una resina que contiene compuestos psicoactivos llamados cannabinoides, además de otros compuestos de origen vegetal, como los terpenos y los flavonoides. La concentración más alta de cannabinoides se encuentra en las flores femeninas de la planta. [5]
El papel biológico del sistema endocannabinoide (SEC) en la fisiopatología del cáncer no ha sido descubierto en su totalidad, pero la mayoría de los estudios sugieren que los receptores cannabinoides (CB) y sus componentes asociados se encuentran elevados en el tejido tumoral y que la sobreexpresión de los componentes del SEC (es decir, receptores, ligandos y enzimas) se correlaciona con la agresividad del tumor. Sin embargo, los estudios experimentales mostraron que la activación de los receptores CB por los cannabinoides es antitumoral en la mayoría de los casos. [1]
Los cannabinoides inciden en muchos procesos celulares esenciales y vías de señalización que son cruciales para el desarrollo del tumor. Por ejemplo, pueden inducir la detención del ciclo celular, promover la apoptosis (muerte celular programada) e inhibir la proliferación celular, la migración (metástasis) y la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos) en los tumores. Además de los efectos cannabinoides mediados por el receptor CB (receptores CB1 y CB2), parece que estos procesos también pueden ser independientes del receptor CB, lo que sugiere que los mecanismos moleculares subyacentes a la actividad antitumoral de los cannabinoides son aún más complejos de lo que se pensaba originalmente. [1]
Al igual que los cannabinoides naturales, los agonistas sintéticos de cannabinoides (dronabinol y nabilona) también demostraron efectos anticancerígenos en ciertas líneas celulares de cáncer in vitro. Las gotas o cápsulas a base de aceite y alcohol de dronabinol y nabilona, así como el CBD sintético, están aprobadas para tratar las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia en pacientes con cáncer y para estimular el apetito en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida. [1]
En cuanto al tratamiento del dolor producido por el cáncer, en un estudio de extracto de cannabis que se administró en forma de aerosol debajo de la lengua, se encontró que este extracto ayudó a los pacientes de cáncer avanzado cuyo dolor no se alivió con opiáceos fuertes. En otro estudio, los pacientes que recibieron dosis más bajas de cannabinoides en aerosol tuvieron mejor control del dolor y menos pérdida de sueño que los pacientes que recibieron un placebo. Para algunos pacientes, el control del dolor relacionado con el cáncer mejoró sin necesidad de dosis más altas del aerosol con extracto de cannabis o dosis más altas de sus otros medicamentos para el dolor. [4]
En dos ensayos clínicos pequeños de THC oral, se observó que alivió el dolor producido por el cáncer. En el primer estudio, los pacientes lograron buen alivio del dolor, así como menos náuseas, vómitos, y un mejor apetito. En un segundo estudio, se observó que THC podría aliviar el dolor tanto como la codeína. En un estudio de observación de nabilona, también se observó que alivió el dolor del cáncer, así como las náuseas, la ansiedad y el sufrimiento, en comparación con las personas que no recibieron tratamiento. [4] Sin embargo, publicaciones en medicina veterinaria han demostrado que incluso dolores de origen neuropático pueden ser tratados con CBD aislado sin requerir THC y logrando resultados equivalentes al tratamiento con opioides. [6]
Los cannabinoides son una clase grande e importante de compuestos complejos que tienen un gran potencial terapéutico prometedor para el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades, incluido el cáncer. Aun cuando existen ya varios estudios que prueban que el cannabis ayuda a tratar el cáncer y algunos de sus efectos secundarios, se necesita más investigación en diferentes tipos de cancer y en varios modelos animales.
Recuerda que cada individuo tiene diferentes respuestas al cannabis, y cuando se emplea para tratar enfermedades complejas como el cáncer, nuestra recomendación es que acudas a tu médico para que te prescriba un medicamento legal a base de cannabinoides que sea ¡formulado a tu medida!
Referencias:
[1] Dariš, B., Verboten, M.T., Knez, Z., Ferk, P. (2019). Cannabinoids in cancer treatment: Therapeutic potential and legislation. Bosn J Basic Med Sci. 19(1):14-23. DOI: http://dx.doi.org/10.17305/bjbms.2018.3532
[2] Instituto Nacional del Cáncer. (2019). Efectos secundarios del tratamiento del cáncer. Recuperado de <https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/efectos-secundarios>
[3] OMS. (2019). Cáncer. Recuperado de <https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer>
[4] PDQ. PDQ Cannabis y cannabinoides. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Recuperado de <https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/paciente/cannabis-pdq>
[5] PDQ. PDQ Cannabis y cannabinoides. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Recuperado de <https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/pro/cannabis-pdq>
[6] Ortiz, F., Arroyo, M.C., Castillo, M. (2025). Managing self-mutilation secondary to spinal trauma pain using pharmaceutical isolated CBD in a ferret (Mustela putorius furo). Labroots’ Cannabis Sciences Virtual Event 2025. DOI: http://dx.doi.org/10.13140/RG.2.2.20467.23840
