Medicina personalizada: Certificados de análisis para cannabis
En los últimos años, la industria cannábica ha presentado múltiples y significativos avances a nivel global. Uno de los sectores con mayor desarrollo ha sido el de la medicina personalizada. En ICAN sabemos que México ya cuenta con productos, tales como aceites y gotas de CBD o cáñamo. ¿Tienes dudas al respecto? En este blog te explicamos cómo interpretar algunos documentos para conocer la autenticidad de estos productos.
Los mercados bien regulados ofrecen seguridad y fiabilidad a los consumidores, quienes pueden acceder a los productos sin la preocupación de no contar con los requisitos necesarios y avalados por las instancias responsables. A su vez, un mercado que cumple con las respectivas normativas (primordialmente sanitarias) permite que los usuarios tengan acceso a una información veraz, clara, verificada y actualizada.
Como lo hemos reportado en distintos artículos, cada país tiene autoridades responsables de certificar el origen y los componentes de la mercancía. Esto permite alertar a los consumidores cuando un producto no cumple con los criterios reglamentarios. La tutela y certificación es obligatoria para los diversos sectores implicados en el cultivo, la fabricación, distribución y comercialización del cannabis: Desde el agropecuario hasta el textil y farmacéutico.
Si bien el desarrollo acelerado ha evidenciado el potencial de la industria del cannabis, no hay que subestimar los riesgos, sobre todo cuando no se cuenta con una reglamentación integral, explícita y conocida por la mayoría de nosotros. En el caso concreto de nuestro país, el retraso de la expedición del reglamento ha propiciado el crecimiento y fortalecimiento del mercado ilícito.
En 2019, las autoridades mexicanas alertaron que algunas marcas estaban comercializando productos con CBD sin contar con un registro sanitario. Dichas empresas diseñaron dinámicas de comercialización en redes sociales, chats y plataformas de ventas a domicilio. Además de las faltas a las normativas publicitarias, la gravedad de estas actividades recae en que existe una alta probabilidad de que estas mercancías hayan ingresado como contrabando por la frontera norte o que se hayan producido en el país con técnicas de producción de baja calidad. En otras palabras: El contenido de los productos podría ser altamente dañino para quien lo consuma. [1, 2] Si te interesa profundizar en este tema, te sugerimos revisar con mayor detalle nuestro blog dedicado a los esquemas piramidales.
Es muy importante dimensionar y proponer soluciones, pues además de vulnerar el derecho a la salud, el mercado negro tiene efectos negativos en nuestro derecho a la información. Por este motivo, te ofrecemos una serie de herramientas y estrategias que pueden ser de gran utilidad para los profesionales de la salud que están interesados en la medicina personalizada y en los tratamientos a base del cannabis medicinal.
Lo primero que debes saber: Los/as consumidores/as somos sujetos de derecho.
No todos los productos derivados del cannabis que se encuentran en el país son apócrifos. Aunque no está permitida la producción de cannabis dentro del territorio nacional, hay empresas especializadas en la importación de la materia prima. La medicina personalizada es una práctica que puede brindar alternativas funcionales con CBD.
De acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor: Los/as consumidores/as cuentan con los siguientes derechos:
Derecho a la información: toda la información del bien o servicio debe ser oportuna, completa, clara y veraz.
Derecho a la educación: el consumidor debe conocer sus derechos y la forma en que la ley lo protege para aprender a consumir mejor y de manera más inteligente.
Derecho a la seguridad y calidad: el bien o servicio deben de cumplir con las normas y disposiciones en materia de seguridad y calidad.
Exige el Certificado de Análisis
Las empresas dedicadas a la preservación y mejora de la salud tienen un compromiso social. Los proveedores están obligados a brindar acceso al Certificado de Análisis (CA), Certificate of Analysis o COA en inglés. Este documento debe ser expedido por la autoridad oficial responsable o por un laboratorio particular autorizado. Al respecto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) estipula: [5]
“Un certificado de análisis es el documento que certifica el contenido de un producto o de las materias primas, donde se anotan los resultados de los análisis realizados a las materias
#FriendlyReminder: En el caso particular del cannabis, los laboratorios se encuentran en el extranjero y deben estar certificados por expertos en el análisis de la planta.
¿Cómo leer un certificado de análisis?: Checklist en siete datos básicos
Como consumidor/a se debe prestar atención a los siguientes datos:
Datos del cliente.
2. Tipo de la muestra, número de lote y fecha de análisis.
3. Ficha de resumen del producto analizado:
4. Análisis de cannabinoides.
5. Análisis de pesticidas y metales pesados.
6. Análisis microbiológico.
7. Certificación y código verificador.
El número de lote, fecha y datos del cliente (1 y 2) es información que permitirá al consumidor corroborar que la materia prima con la que se preparó la fórmula corresponde a lo que reporta el CA. Adicionalmente, puede requerirse la factura para validar que se trate de la misma compra.
La ficha de resumen del producto (3) agrupa datos como tipo de muestra y principales propiedades de la muestra. Destacan el tipo de muestra (si es resina, aceite, ungüento o gotas; si tiene CBD o THC) y características fisicoquímicas
En el análisis de cannabinoides (4) se observa una lista de los cannabinoides analizados, así como las cantidades halladas en la muestra. Las abreviaturas varían conforme al laboratorio. Te sugerimos buscar su significado.
Algunos productos que -en su etiquetado- anuncian ser gotas de CBD pueden no contenerlo o estar por debajo de la cantidad indicada, o podrían contener CBD, pero también THC. Se corre el riesgo de que estos productos excedan los valores permitidos (usualmente entre el 0.3 y 1 %) y ocasionen efectos psicotrópicos no deseados.
Como mínimo, todos los productos derivados del cannabis deben contar con los puntos anteriormente mencionados (1 al 4); a estos se anexa el código verificador y certificación (7). Idealmente, también deben de contar con los análisis de pesticidas, metales pesados y microbiológicos (5 y 6) para determinar que son seguros para su consumo.
¡No lo olvides!: Cuando los laboratorios no realizaron una o varias pruebas, encontrarás la abreviatura NT o las palabras “Not tested” (no se realizó prueba).
En el análisis de pesticidas y metales pesados (5) se enlistan los distintos componentes y su rango de presencia en la sustancia. Es preferible que la muestra analizada no contenga estas sustancias, pero si las tuviera no deben superar los valores de referencia indicados por el laboratorio, pues de lo contrario se corre el riesgo de intoxicaciones y cáncer. En este último depende la cantidad ingerida, el tiempo de consumo y la sensibilidad de la persona. En casos muy graves, la ingesta excesiva de pesticidas y metales pesados puede causar la muerte. [6,7]
En el análisis microbiológico (6) se proporciona información sobre una serie de bacterias, hongos y toxinas que podrían encontrarse en el producto y, a través del consumo, propiciar una enfermedad.
Finalmente encontramos el código verificador, la firma del responsable, el eslogan y sello de la empresa especializada en análisis de cannabis que certificó al laboratorio (7). El código generalmente es un código QR que se puede escanear para acceder a una página web con el resumen del análisis.
En ICAN somos conscientes de que muchos pacientes requieren de medicamentos a base de cannabis, por lo que parte de nuestro compromiso es proveer de herramientas para tomar decisiones más informadas respecto a los productos cannábicos que existen en el mercado.
Referencias
[1] Sánchez, A. (20 de septiembre de 2019). Venden cannabidiol de forma ilegal. Reforma. Recuperado de <sitio web>, última consulta el 24 de febrero de 2020.
[2] González, L. (2019). Cofepris revoca lineamientos para comercializar derivados de cannabis. El Economista. Recuperado de <sitio web>, última consulta el 25 de febrero de 2020.
[4] Ley Federal de Protección al Consumidor (24 de diciembre de 1992). Diario Oficial de la Federación, México. Recuperada de <pdf>, última consulta el 6 de marzo de 2020.
[5] SRE. (s.f.). Visado a certificado de análisis. Recuperado de <sitio web>, última consulta el 6 de marzo de 2020.
[6] Luna Saucedo, B.E., Rodríguez Rodríguez, A.C., Quevedo Alvarez, O. Cabrera Rabí, L. (2007). Determinación de Metales Pesados en un Suplemento Nutricional de Origen Natural con Propiedades Antioxidantes. Lat. Am. J. Pharm. 26 (5): 760-4. Recuperado de <sitio web>, última consulta 6 de marzo 2020.
[7] Doménech, J. (2004). Plaguicidas. Offarm. 23(7), 108-114. Recuperado de <sitio web>, última consulta el 6 de marzo 2020.
[8] Cerra, H., Fernández, M.C., Horak, C., Lagomarsino, M., Torno, G., Zarankin, E. (2013). MANUAL DE MICROBIOLOGÍA APLICADA A LAS INDUSTRIAS FARMACÉUTICA, COSMÉTICA Y DE PRODUCTOS MÉDICOS. Recuperado de <sitio web>, última consulta el 6 de marzo 2020.
[9] Gómez Ayala, A. E. (2007) Alimentos y micotoxinas. Farmacia Profesional, 21(8), 49-53. Recuperado de <Sitio web>, última consulta el 6 de marzo 2020.