Cannabis medicinal para tratar dolor en animales de compañía
El cannabis ha sido empleado como medicina desde hace 5 mil años. Gracias a investigaciones en distintas disciplinas, se sabe que la planta fue utilizada en culturas antiguas como la china, india y egipcia. El uso no solo fue en seres humanos. También se llegó a emplear en animales. A principios del siglo XX se usó en caballos y ganado.
Dentro de los usos medicinales del cannabis, uno de los más frecuentes es aliviar el dolor.
El dolor es un proceso complejo que involucra el cuerpo y la mente. Los órganos sensoriales del cuerpo perciben el dolor y lo reportan al Sistema Nervioso Central (SNC). A su vez, se encuentran implicados componentes emocionales, motivacionales, afectivos y de evaluación cognitiva. Es decir, el dolor es una experiencia individual influenciada por muchos factores.
Sistema endocannabinoide y dolor
El sistema endocannabinoide (SEC) es un sistema de comunicación intercelular compuesto por receptores cannabinoides (CBRs), endocannabinoides y sus respectivas enzimas de síntesis y degradación. Los receptores CB1 se localizan principalmente en el SNC, mientras que los CB2 se encuentran en tejidos inmunes. Al interactuar con los receptores CB1, los endocannabinoides ayudan a modular la conducción de señales de dolor. También regulan la liberación de neurotransmisores en el SNC. (12)
De manera similar, los receptores CB2 regulan las interacciones neuroinmunes e interfieren con el dolor excesivo por inflamación (hiperalgesia inflamatoria). Es así como los tejidos u órganos que han sufrido daño son capaces de sintetizar mayor cantidad de endocannabinoides. Además, se ha observado que aumenta el número de receptores CB2 cuando existe inflamación en los tejidos. Estas respuestas brindan alivio de la inflamación. (4)
Muchos otros receptores además de CB1 y CB2 han sido relacionados con la percepción del dolor. Entre ellos podemos mencionar: canales iónicos activados por voltaje (6,11) receptores de glicina (GlyR) (5), receptores acoplados a proteína G como GPR55 (2) y receptores de potencial transitorio (TRPs) (7). Igualmente, se han reportado interacciones indirectas del SEC con otros sistemas relacionados al dolor como el sistema opioide (10) y las neuronas serotoninérgicas. (1)
El cannabis medicinal no se debe fumar
Se han realizado diversos estudios sobre el dolor y los cannabinoides en medicina humana, algunos de los cuales utilizaron cannabis fumado en cigarrillos. Es primordial recordar que el cannabis medicinal no debe administrarse a través de la inhalación de humo pues existen los mismos riesgos que al fumar cigarrillos de tabaco. Esta restricción también aplica para el uso en animales.
Investigación en animales de laboratorio
Philpott y colaboradores (2017) realizaron una investigación para determinar si el CBD tiene propiedades antinociceptivas en la osteoartritis. La osteoartritis (OA) es una de las enfermedades musculoesqueléticas crónicas más comunes en humanos y animales. Para ambos es una causa importante de dolor y discapacidad. En este estudio se indujo osteoartritis terminal en ratas para después medir las respuestas de dolor al administrar CBD.
Resultados observados con el CBD: (8)
La administración intraarticular brindó efectos analgésicos.
Aumentó la tolerancia a los estímulos dolorosos.
Aumentó el grado de apoyo del miembro con OA inducida.
Redujo la inflamación articular aguda.
La administración local de CBD bloqueó el dolor ocasionado por la OA.
Existen efectos neuroprotectores del CBD, pues previene el dolor neuropático y daño nervioso en las articulaciones con OA inducida.
Un estudio canadiense realizado por De Gregorio y colaboradores (2019) empleó ratas para determinar los efectos del CBD en modelos de dolor neuropático inducido con lesión de nervio intacto o salvado (spared nerve injury o SNI).
Encontraron lo siguiente: (1)
Una administración de CBD disminuyó o inhibió la actividad de las neuronas serotoninérgicas, al interactuar con mediadores del dolor como los receptores 5-HT1A y TRPV1, según la dosis.
La administración repetida de CBD aumentó la actividad de estas mismas neuronas al desensibilizar los receptores 5-HT1A.
Aumentó la tolerancia a estímulos dolorosos en el miembro lesionado tras siete días de tratamiento.
Se requiere estimular los canales TRPV1 para obtener efectos antinociceptivos con CBD.
El CBD estimula los receptores 5-HT1A para obtener efectos ansiolíticos.
Estas investigaciones confirman que el CBD tiene actividad analgésica (alivia el dolor) y ansiolítica (reduce la ansiedad). Estos efectos no son resultado de los receptores cannabinoides CB1, sino de la interacción del CBD con receptores serotoninérgicos (5-HT1A) y receptores de potencial transitorio (TRPV1). Con esto se demuestra un amplio rango de beneficios debido a su acción sobre distintos receptores.
Así, se confirma la actividad analgésica y ansiolítica del CBD sobre las neuronas serotoninérgicas a través de los receptores 5-HT1A y TRPV1 sin interactuar directamente sobre los receptores CB1; siendo capaz de prevenir la percepción anormal del dolor, generada por un estímulo mecánico o térmico que habitualmente no causaría dolor (alodinia mecánica) y aberraciones en la neurotransmisión serotoninérgica, además de aliviar conductas ansiosas relacionadas al dolor.
Investigación en perros
Los estudios en animales domésticos aún son muy escasos. Existen unos cuantos realizados en perros para ciertos padecimientos (la epilepsia, el cáncer y el dolor por osteoartritis) donde ya se ha demostrado la utilidad de los fitocannabinoides.
En el caso de la osteoartritis, la presencia de CBRs en condrocitos y hueso sugiere un rol de los endocannabinoides en su fisiopatología. Estudios en humanos han mostrado elevación de los endocannabinoides anandamida (AEA) y 2-araquidonoil glicerol (2-AG) en líquido sinovial de pacientes con artritis, mientras que no se encontraron en pacientes con articulaciones sanas. (9)
En un estudio piloto realizado en 2017 por Valastro y colaboradores se evaluó la presencia de endocannabinoides en el líquido sinovial de perros con OA. También se analizó el grado de inflamación y nivel de dos citocinas proinflamatorias: el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y la interleucina 1 beta (IL-1β). Se trabajó con 10 perros con OA sometidos a cirugía de rodilla. De los pacientes se obtuvieron muestras del líquido sinovial del miembro afectado y de la rodilla sana. Los resultados mostraron niveles elevados de células inflamatorias en las rodillas afectadas y niveles elevados de AEA y 2-AG en comparación con las articulaciones sanas. (12)
Estos dos estudios muestran que los endocannabinoides (AEA y 2-AG) se encuentran incrementados en pacientes humanos y animales con OA. Así, se demuestra que el SEC modula estas reacciones y se activa para tratar de disminuir la inflamación, el dolor y el deterioro en las articulaciones afectadas.
En 2018, Gamble y colaboradores efectuaron un estudio donde se utilizó CBD para el tratamiento del dolor en 22 perros con osteoartritis que fueron diagnosticados por rayos X y que presentaban dolor intenso. A los perros se les administró CBD o un placebo cada 12 horas durante 4 semanas. De manera simultánea se realizó un análisis de farmacocinética a dos dosis de CBD (2mg/kg y 8 mg/kg), donde se encontró que la vida media de eliminación del cannabidiol fue de 4.2 horas para ambas dosis. El dolor fue medido utilizando las encuestas de Breve Inventario de dolor canino (Brief Canine Pain Inventory) y puntajes de actividad Hudson (Hudson Activity Scores), las cuales evalúan signos de dolor y de limitación en las actividades normales de los perros a consecuencia del dolor. Solo 16 de los 22 individuos concluyeron el tratamiento y fueron incluidos en el análisis estadístico. Los resultados arrojaron una disminución de dolor estadísticamente significativa durante el tratamiento con CBD, a diferencia del tiempo de aclimatación sin tratamiento y en comparación con el grupo tratado con placebo. (3)
Conclusiones
Estos estudios muestran que el CBD tiene efectos benéficos sobre la regulación del dolor y la inflamación, signos muy prevalentes en las enfermedades independientemente de su causa. El cannabis y sus fitocannabinoides ya han demostrado en el uso anecdótico y en investigaciones preclínicas ser una herramienta poderosa para lograr disminuir el dolor, la inflamación e incluso la ansiedad por dolor, mejorando así la calidad de vida del paciente y su familia. No obstante, para poder utilizarlo es imperativo acudir a un médico veterinario capacitado en el uso de cannabis medicinal y recurrir a productos que garanticen su calidad, legalidad y sus contenidos. De lo contrario se corre el riesgo de sobredosis, intoxicaciones, o problemas por productos contaminados o que ni siquiera contienen CBD.
Referencias
1. De Gregorio, D., et al. (2019). Cannabidiol modulates serotonergic transmission and reverses both allodynia and anxiety-like behavior in a model of neuropathic pain. Pain, 160 (2019) 136–150. DOI: https://dx.doi.org/10.1097%2Fj.pain.0000000000001386 Disponible en: <Página web>
2. Di Marzo, V. (2018). New approaches and challenges to targeting the endocannabinoid system. In Nature Reviews Drug Discovery (Vol. 17, Issue 9, pp. 623–639). Nature Publishing Group. DOI: https://doi.org/10.1038/nrd.2018.115
3. Gamble, L.J., Boesch, J. M., Frye, C. W., Schwark, W. S., Mann, S., Wolfe, L., Brown, H., Berthelsen, E. S., & Wakshlag, J. J. (2018). Pharmacokinetics, Safety, and Clinical Efficacy of Cannabidiol Treatment in Osteoarthritic Dogs. Frontiers in Veterinary Science, 5(July), 1–9. https://doi.org/10.3389/fvets.2018.00165 Disponible en: <Página web>
4. Hill, K. P., Palastro, M. D., Johnson, B., & Ditre, J. W. (2017). Cannabis and Pain: A Clinical Review. Cannabis and Cannabinoid Research, 2(1), 96–104. https://doi.org/10.1089/can.2017.0017 Disponible en: <Página web>
5. Lynch, J. W., Zhang, Y., Talwar, S., & Estrada-Mondragon, A. (2017). Glycine Receptor Drug Discovery. In Advances in Pharmacology (1st ed., Vol. 79, Issue September). Elsevier Inc. DOI: https://doi.org/10.1016/bs.apha.2017.01.003
6. Moldovan, M., Alvarez, S., Romer Rosberg, M., & Krarup, C. (2013). Axonal voltage-gated ion channels as pharmacological targets for pain. European Journal of Pharmacology, 708(1–3), 105–112. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ejphar.2013.03.001
7. Muller, C., Morales, P., & Reggio, P. H. (2019). Cannabinoid ligands targeting TRP channels. Frontiers in Molecular Neuroscience, 11(January), 1–15. DOI: https://doi.org/10.3389/fnmol.2018.00487
8. Philpott H.T., O’Brien M., McDougall, J. (2017). Attenuation of early phase inflammation by cannabidiol prevents pain and nerve damage in rat osteoarthritis. Pain. 2017 Dec; 158(12): 2442–2451. DOI: https://dx.doi.org/10.1097%2Fj.pain.0000000000001052 Disponible en: <Página web>
9. Richardson D, Pearson RG, Kurian N, Latif ML, Garle MJ, Barrett DA, Kendall DA, Scammell BE, Reeve AJ, Chapman V. Characterisation of the cannabinoid receptor system in synovial tissue and fluid in patients with osteoarthritis and rheumatoid arthritis. Arthritis Res Ther. 2008;10:43.
10. Russo, E. B., y Hohmann, A. G. (2013). Role of Cannabinoids in Pain Management. In T. R. Deer, M. S. Leong, A. Buvanendran, V. Gordin, P. S. Kim, S. J. Panchal, & A. L. Ray (Eds.), Comprehensive Treatment of Chronic Pain by Medical, Interventional, and Integrative Approaches (Issue December, pp. 181–197). Springer New York. DOI: https://doi.org/10.1007/978-1-4614-1560-2_18
11. Tibbs, G. R., Posson, D. J., & Goldstein, P. A. (2016). Voltage-Gated Ion Channels in the PNS: Novel Therapies for Neuropathic Pain? Trends in Pharmacological Sciences, 37(7), 522–542. DOI: https://doi.org/10.1016/j.tips.2016.05.002
12. Valastro et al. (2017). Characterization of endocannabinoids and related acylethanolamides in synovial fluid of osteoarthritic dogs: a pilot study. BMC Veterinary Research (2017) 13:309. DOI: https://dx.doi.org/10.1186%2Fs12917-017-1245-7 Disponible en: <Página web>