Conociendo al CBD, THC y sus beneficios
Seguramente has escuchado hablar de los usos medicinales del cannabis, pero es igual de importante entender lo que está sucediendo en el cuerpo qué nos beneficia tanto al usarlo.
El cannabis está compuesto por más de 60 fitocannabinoides, pero los más abundantes y mejor conocidos son el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC). Estos compuestos químicos interactúan con los receptores del sistema endocannabinoide que se encuentran en todo nuestro cuerpo.
En este artículo te ayudaremos a entender estos dos compuestos y sus usos medicinales.
Tetrahidrocannabinol o THC
El THC es conocido por ser el responsable de producir los efectos psicoactivos del cannabis (sí, esa sensación de euforia que todos relacionamos con el cannabis).
Sin embargo, los efectos del THC no se limitan a brindar esa sensación de “estar drogado”, sino que en dosis controladas actúa imitando los efectos de la anandamida y 2-AG (neurotransmisores producidos naturalmente por el cuerpo humano). Los efectos de éstos ayudan a modular los hábitos de sueño, la alimentación, la percepción del dolor y muchas otras funciones corporales.
Dato curioso:
¿Sabías que el THC fue el primer cannabinoide descubierto y por un tiempo se creía que era el único causante de los beneficios del cannabis? Gracias a más investigaciones ahora sabemos que existen muchos otros cannabinoides que también contribuyen a las funciones medicinales.
Cannabidiol o CBD
A diferencia del THC, el CBD no produce ningún efecto psicoactivo, pero esto no quiere decir que no posea abundantes efectos benéficos. La primera vez que el CBD fue aislado (separado e identificado) de la planta de cannabis fue entre 1930 y 1940 por investigadores de la Universidad de Illinois en E.U.A
Desde entonces, muchos científicos consideran que el CBD es uno de los cannabinoides más importantes descubiertos hasta la fecha debido a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y sus efectos neuroprotectores.
El CBD no está envuelto en polémicas legales y morales (a diferencia del THC que es una sustancia controlada), y es aceptado como tratamiento alternativo especialmente en aquellos padecimientos que resultan más difíciles de tratar con medicamentos convencionales.
Dado lo anterior, en los últimos años el interés por la investigación del CBD ha aumentado considerablemente.
¿Cuáles son sus usos medicinales?
Hay bastante evidencia clínica, preclínica y anecdótica que indica que el CBD sirve como un tratamiento eficaz para una multitud de enfermedades y padecimientos. De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), las personas con la enfermedad de Alzheimer, Parkinson, Huntington, así como esclerosis múltiple, epilepsia, psicosis, ansiedad, depresión, cáncer y muchos padecimientos más, podrían beneficiarse del tratamiento con CBD.
Al igual que el CBD, existe una larga lista de posibles usos clínicos del THC y una gran variedad de evidencia científica y anecdótica que apoya el uso del THC como medicamento. Hasta la fecha, la FDA ha aprobado sólo dos medicamentos que contienen THC y un cannabinoide sintético que emula la actividad del THC, los cuales ayudan a mitigar las náuseas y vómitos causados por la quimioterapia contra el cáncer, así como la pérdida de peso y la falta de apetito en pacientes con SIDA.
En realidad, lo que se ha observado es que estos dos cannabinoides brindan mayores beneficios cuando se combinan a diferentes proporciones o ratios. Estas combinaciones hacen que el THC y el CBD se potencializan mutuamente, es decir, crean sinergia
Esto maximiza sus efectos y los hace tratamientos potenciales para muchas más afecciones incluyendo el dolor neuropático, dolor causado por lesiones o accidentes, depresión, trastornos del sueño, ansiedad y muchos más.